sexta-feira, 21 de outubro de 2011

Tío Nilson

Nilson de Souza Pereira nació en Salvador, Estado de Bahía, Brasil, el 26 de octubre de 1924. Prestó servicio en la Marina de Guerra como radiotelegrafista, trabajó en el Banco de Bahía y se jubiló en la empresa Correos y Telégrafos. Junto a Divaldo fundó el Centro Espírita Camino de la Redención y en seguida la Mansión del Camino. Actualmente ocupa la presidencia de la Institución.
Mientras Divaldo lleva las enseñanzas del Cristo a los cuatro confines del mundo, Tío Nilson –como es cariñosamente llamado– construye cada pedazo de esa magnífica obra con abnegación e incansable espíritu emprendedor. No es raro ver a Tío Nilson caminando por la «Colonia» –como él llama al área de 78.000 m² de extensión– atendiendo a todos con paciencia: niños, jóvenes y adultos, haciendo la supervisión de las construcciones, no exteriorizando las preocupaciones de una persona con tantas responsabilidades y ejerciendo acciones en beneficio de la Humanidad.
Es de su autoría la organización de 7 libros: «Terapia Espírita para los Desencarnados», «A Servicio del Espiritismo (Divaldo Franco en Europa)», «...Y el Amor continúa», «Exaltación a la Vida», «Después de la Vida», «Vidas en Triunfo» y «Viajes y Entrevistas».

Un Hombre del Quinto Reino
por Adilton Pugliese
(texto extraído de la Revista Presencia Espírita Nº 226, del año 2001)
Había un rey que, a pesar de ser extremamente rico, tenía la fama de ser un gran donador, desapegado de su riqueza. Cuanto más donaba para cuidar a sus súbditos, más cofres se llenaban en su fabuloso palacio. Un día, un sabio que pasaba por muchas dificultades buscó al rey para descubrir su secreto. Él pensaba: «– ¿Cómo el rey, que no es versado en las Sagradas Escrituras y que no lleva una vida de penitencia y de renuncia, puede vivir cercado de tantas riquezas materiales y aún así no ‘contaminarse’ con éstas? Yo, que he renunciado al mundo y que conozco todos los Vedas, tengo tantos problemas, y él es virtuoso y amado por todos». Al llegar ante el rey le preguntó cuál era el secreto de vivir de aquella forma. El rey le respondió: «– Encended una vela y pasad por todas las dependencias del palacio, que así descubriréis mi secreto. Sin embargo, hay una condición: si dejáis que la llama se apague, habréis de morir». De ese modo, el sabio visitó todas las salas, y dos horas después volvió a conversar con el rey, el cual le preguntó: «– ¿Habéis visto toda mi riqueza?» Aún trémulo con la experiencia vivida, el sabio respondió: «– Vuestra Majestad, no he visto absolutamente nada. Yo estaba tan preocupado en mantener la llama encendida, que no observé nada». Con la mirada llena de misericordia, el rey contó su secreto: «– Yo vivo de esa manera, Sr. sabio: pongo tanta atención en mantener la llama encendida de mi alma que, aunque tenga tantas riquezas, ellas no me afectan. Tengo conciencia de que soy yo que preciso iluminar mi mundo con mi presencia, y no lo contrario.» (In “La Paz comienza en ti”, de Ken O’Donnel, Editora Gente.)
El Rey y el Sabio representan hombres en niveles diferentes de conciencia sobre la realidad de la vida. Cada uno demuestra si está despierto o dormido para con los verdaderos valores de la existencia. «A partir de una perspectiva material o espiritual de la vida, o como consecuencia del nivel de conciencia, diversos pensadores y líderes religiosos han dividido a los hombres en dos o en tres estados». Pierre Theilhard de Chardin ha dividido al hombre en tres categorías: los Cansados, los Ociosos y los Fervorosos, para quien la vida – los de esta tercera categoría – es una continua ascensión a estados más profundos de conciencia. Ouspensky los ha dividido en: Fisiológicos y Psicológicos, siendo que estos últimos viven conforme el sentimiento y la mente, bajo el predominio de la naturaleza espiritual. Gurdjieff destacó los Dormidos y los Despiertos. Juana de Ángelis cita las Personas Insatisfechas y las Personas Ajustadas, siendo estas últimas candidatas al triunfo en las actividades a las cuales se dedican, volviéndose agradables, sociables, estimuladoras, con empeños positivos y que tienen siempre como objetivo el bienestar general y el progreso de todos. Allan Kardec nos habla del Hombre Carnal y del Hombre Moral, siendo que éste se colocó por encima de las necesidades ficticias creadas por las pasiones de aquél.
Estos profundos estudios nos llevan al nivel de excelencia del Hombre, al Hombre del Quinto Reino (después del Cuarto: el Reino Hominal) que es el Espiritual, que caracteriza al Hombre de Bien, previsto por el Codificador. Varios hombres y mujeres, representantes de los registros históricos de la evolución de la Humanidad, pueden ser considerados como paradigmas del Hombre del Quinto Reino. Entretanto, pedimos permiso a los lectores para homenajear a un amigo y hermano, poniéndolo en esta categoría. Este grado que le atribuimos, él no lo conquistó con títulos académicos – siempre valiosos en la vida de un ser humano –, sino con su envidiable currículo de innumerables páginas, donde en letra de oro está registrada la expresiva carga horaria dedicada a los “hijos del calvario”. Son más de 50 años de dedicación full time, integral y sin vacaciones, al lado del también incansable médium Divaldo Franco.
¿Adivinaron el nombre del homenajeado, nuestro Hombre del Quinto Reino? Es él mismo: Nilson de Souza Pereira, es decir, Tío Nilson, como es conocido mundialmente. Tenemos poco que hablar de Nilson en su posición de hombre del mundo: nació el 26 de octubre de 1924, en Plataforma, suburbio de la ciudad de Salvador, Bahía. De origen humilde, con escolaridad primaria, pero poseedor de aquella sabiduría que es peculiar a los hombres de bien. Hijo de José Leocádio Pereira y de Marietta de Souza Pereira, tuvo varios hermanos. Profesionalmente ha sido bancario, telegrafista del Ministerio de la Marina y funcionario público de los Correos y Telégrafos, habiéndose jubilado en 1972.
Como hombre universal, a partir de 1945 se vinculó al médium Divaldo Franco. Estaban con 20 y 18 años, respectivamente. Juntos y orientados por la Mentora Juana de Ángelis, con quien Tío Nilson tiene raíces muy profundas, han edificado la admirable obra que es el Centro Espírita Camino de la Redención, fundado el 7 de septiembre de 1947, cuyo eje es su Departamento Socioeducativo: la Mansión del Camino, la cual ha sido fundada el 15 de agosto de 1952, siendo una realización con varias actividades. En esta obra fantástica, Tío Nilson es el administrador nato, observador, sagaz y meticuloso, que supervisa «sin perder la ternura jamás». Escucha atentamente y es un consejero constante de todos. La primera vez que participé de una reunión mediúmnica y de una reunión doctrinaria dirigidas por Tío Nilson, no resistí al siguiente pensamiento: «Ciertamente era así que Allan Kardec dirigía las reuniones en la Sociedad Parisiense de Estudios Espíritas». Nilson infundía seguridad, serenidad y envergadura moral. Crió a varios hijos de otros padres en la valiosa experiencia de los antiguos Hogares Sustitutos de la Mansión del Camino.
En el área del Libro, además de la coordinación de los trabajos gráficos y de la impresión de las obras del médium Divaldo Franco, Tío Nilson también organizó compendios de mensajes recibidos por Divaldo de Espíritus Diversos, a través de la psicofonía y de la psicografía, muchos de ellos dirigidos a familiares encarnados, así como un libro sobre relatos de viaje. Pueden ser citados: “A Servicio del Espiritismo (Divaldo Franco en Europa)”, “...Y el Amor continua”, “Exaltación a la Vida”, “Después de la Vida”, “Viajes y Entrevistas”, y “Vidas en Triunfo”. También es autor del opúsculo: “Terapia Espírita para los Desencarnados”, presentado y lanzado en el 2º Congreso Espírita Mundial realizado en Portugal en el año 1998, recientemente traducido al español. Nilson ha sido compañero de Divaldo Franco en innumerables viajes al exterior, en las actividades de divulgación del Espiritismo, junto a hermanos de otras tierras. En 1974 dio inicio a la impresión de la Revista Presencia Espírita, siendo ésta actualmente un ejemplo de cualidad gráfica y de contenido doctrinario. Incansable y muy disciplinado, además de los horarios diarios cumplidos en la Gráfica Alborada, de las 7h a las 17h, dirige reuniones mediúmnicas los lunes y los miércoles, y reuniones doctrinarias los martes, sábados y domingos. Participa de las reuniones: Conversando sobre Espiritismo, los jueves y los viernes, y después descansa merecidamente, con la satisfacción del trabajo realizado. Aún así, siempre surge alguna actividad extra, porque su Espíritu es invariablemente activo, produciendo constantemente. ¡Todo es posible gracias a su juventud y al vigor de sus 77 años, completados recientemente y que él conmemoró ... trabajando, mientras recibía a innumerables amigos y admiradores que fueron a saludarlo en su día! Nosotros también lo saludamos, Tío Nilson. Considere este texto como una tarjeta de cumpleaños, firmada por todos aquellos que lo amamos. Es nuestro deseo que continúe manteniendo encendida la llama de su Ideal y también de su lema: «Nunca nos debemos distanciar de los ideales de Francisco de Asís.»
Al reflexionar sobre la bella lección narrada en el comienzo de este artículo, estoy en el lugar del aprendiz del sabio, ¡mientras que Tío Nilson es nuestro rey!
(Texto traduzido, do português para o espanhol, por Enrique Eliseo Baldovino, do site da Mansão do Caminho – www.mansaodocaminho.com.br –, Obra benemérita fundada por Divaldo Pereira Franco.)

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