Traduzido para o ESPANHOL por
Marta Gazzaniga marta.gazzaniga@gmail.com
Divaldo Franco en Buenos Aires, Argentina – 07 de octubre de 2015.
Institución Espírita Juana de Ángelis: 50 años de su fundación.
El Sembrador de Estrellas, cuando recién ha concluido sus actividades en el 8º Congreso Espírita de Rio Grande do Sul, además de otras dos actividades en Santa Cruz do Sul, ya se encuentra en plena acción, sirviendo a Jesús y a la causa espírita en Buenos Aires, Argentina, desde el día 06 de octubre de 2015. Divaldo Franco, Embajador de la Paz y de la Bondad, atento a sus compromisos evangélicos y de amor, participó de una reunión privada, para colaboradores de la Institución Espírita Juana de Ángelis, con sede en la calle Ruy Diaz de Guzmán 174, departamento 2, del barrio de Barracas, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en conmemoración de los cincuenta años de su fundación. Participaron, también, como invitados, amigos espíritas de la región.
Divaldo exteriorizó su emoción de encontrarse en esa Institución, a la que visita desde su fundación. Cincuenta años han transcurrido desde entonces, siempre con la presencia del amor. El educador por excelencia, Divaldo Franco, aludió a las recientes dificultades de salud que experimentó y a otras tantas, agradeciendo a Dios la oportunidad de esas experiencias.
Pasando revista al pensamiento relativo a qué decir, cuál mensaje trasmitir, recordó al historiador Herodoto de Halicarnaso, que hizo referencia a la existencia de un Ser supremo, que es la causa única del universo, pero la criatura humana ha optado por el materialismo. Logró las mayores conquistas tecnológicas, pero aún sigue inquieto, en busca de la auténtica felicidad. Citando a Sócrates, destacó la necesidad de que la criatura humana desarrolle el autoconocimiento, busque al Dios interno.
Acerca de la mediumnidad, presentó varios casos de visiones a distancia, y narró que después de la muerte de Dante Alighieri, su hijo tuvo un sueño y en él escuchó que su padre describía dónde se encontraban 13 de los cantos de la Divina Comedia, completando la obra con los versos que aluden al paraíso. Los fenómenos mediúmnicos son parte de la vida, y gracias a ellos existe esa institución. Narró etapas de su vida en forma alegre y jovial, provocando la risa portadora de bienestar, que desarma al ser que se arma ante los desafíos cotidianos.
Aludió a cómo la vida pasa rápido. Durante los últimos 50 años -53 años desde su primera visita a la Argentina-, vio pasar por estos caminos a hombres y mujeres de carácter poco común. Es un verdadero honor estar en esta casa hoy, con amigos especiales. Destacó la excelencia del Espiritismo, la alegría de vivir según esta Doctrina que libera. La meta de la vida, dijo, no es tener, sino ser; es encontrar el estado numinoso de conciencia. Citando a Victor Frankl dijo que toda vida debe ter una meta, una meta de inmortalidad. Es necesario que los espíritas tengan como meta la iluminación, la inmortalidad, que puedan volver a apreciar una flor, a encontrar belleza en el amanecer, en el amor que no exige pero da, ¡pues el verdadero sentido de la vida es amar!
Jesús fue el primer ser psicológico de la humanidad, pues basó sus enseñanzas en el amor, en la vivencia del amor. El espírita es alegre; las Buenas Nuevas no se aplican con el seño fruncido sino con alegría, con buen ánimo, porque se trata de una doctrina de libertad y de consuelo moral. Habiendo trasmitido su optimismo y la certeza en la inmortalidad y en la reencarnación, expresó que cuando se celebre el próximo cincuentenario, estará de regreso con una nueva vestimenta física, para conmemorar el centenario de la Institución Espírita Juana de Ángelis.
Texto y fotos: Ênio Medeiros
VEJA TAMBÉM: entrevista com Divaldo Franco no Rio Grande do Sul:
(Texto traduzido recebido em email de Marta Gazzaniga)
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